TE MOSTRAMOS
NUESTRA HISTORIA
Adentráte en el pasado de nuestra ciudad y conocé las historias que construyeron su presente. Dejáte llevar por un recorrido único que combina tradición, cultura y un entorno lleno de encanto.
1879
LA EXPEDICIÓN AL DESIERTO

La historia de Río Colorado está profundamente ligada a la Expedición al Desierto, liderada por el teniente general Julio A. Roca en 1879. Durante aquella época, la región era conocida como la “Pampa Central”. Esta campaña utilizó varios “pasos indígenas” sobre el río Colorado, frecuentados por los primeros habitantes del territorio.
1910
BUENA PARADA: EL PRIMER ASENTAMIENTO

A fines del siglo XIX, el primer asentamiento se desarrolló en el paraje conocido como Buena Parada, hoy considerado un pueblo histórico. Roca y sus hombres cruzaron el río por el paso Alsina y acamparon en esta zona, que pronto se convirtió en un punto estratégico para los colonos que deseaban asentarse en las márgenes del río. Más tarde, Roca continuó su marcha hacia la isla de Choele Choel..
1985
BURNICHON: EL ASENTAMIENTO DEL FERROCARRIL

Con la llegada del Ferrocarril del Sur en 1895, surgió un nuevo asentamiento en las proximidades de la estación de tren. Este lugar fue bautizado como “Burnichon” en honor a los propietarios de las tierras donde se ubicó.
1987
NACIMIENTO DE LA ESTACION RÍO COLORADO

En 1897 se puso en funcionamiento el ramal ferroviario que conectaba Neuquén con Bahía Blanca. En los terrenos más elevados se abrió una estación, la cual recibió el nombre de Río Colorado.
1901
BUENA PARADA

El 29 de marzo de 1901, el presidente Julio A. Roca firmó una resolución designando a “Buena Parada”, estación de “Río Colorado”, como cabecera del departamento Adolfo Alsina y sede de las autoridades. Para ese entonces, “Buena Parada” ya contaba con escuela, comisaría y juzgado de Paz, lo que reflejaba su consolidación como el núcleo central de la región, decidido a mantener su importancia.
1915
EL IMPACTO DE LA INUNDACIÓN DE 1915 EN LA CIUDAD

Una gran inundación ocurrida en el pasado destruyó la mayoría de las edificaciones existentes, lo que ocasionó el traslado de las autoridades institucionales a los terrenos cercanos a la estación ferroviaria.